A Favor del Matrimonio que Dios Creó Pte. 4

El 23 de junio del 2010, estuvimos en la reunión extraordinaria de la comisión de legislación del Senado Argentino, aquí en Córdoba, no sólo religiosos sino también estadistas, médicos, filósofos, abogados,  maestros entre otras profesiones.

Quería transcribir lo que dijo un Psicóloga, Elsa Lerda –ex titular del servicio- a hacer uso de la palabra;

Sra. Lerda.- Soy coordinadora de un programa pero, en realidad, represento a un grupo de trabajo de psicólogos que preferimos llamarnos “los psicólogos de la trinchera”, porque desde hace mucho tiempo trabajamos en violencia. Durante veintitrés años trabajé en la Capital en un hospital público y treinta años en lo privado en Psicología Clínica; los diez años restantes fueron los de la dictadura que, por supuesto, no pude trabajar en el hospital público ni en la Universidad.
            Muchas de las cosas que se han dicho las voy a repetir, pero me alegro y agradezco a los senadores que alguna vez nos inviten a los psicólogos, sobre todo a los que no tenemos tiempo de andar dando vueltas porque estamos trabajando. La gente que trabaja en los hospitales públicos y los que lo hacen junto a los más vulnerables, a los que más sufren, tenemos mucho que decir y, en realidad, no nos gusta que nos llamen sino que preferimos que vayan y vean qué hay que hacer, porque se ignora muchísimo nuestro trabajo. No creo que hoy estemos debatiendo todo el pueblo, lo estamos haciendo algunos y, a veces, hay que ir adonde está el pueblo y no a los lugares donde solamente podemos venir algunos.
            Con respecto a lo que se está debatiendo y discutiendo en este momento, evidentemente, la especie humana es varón-mujer, no se puede trasmitir la humanidad o lo humano si no lo es desde las dos vertientes: lo femenino y lo masculino, el niño necesita de esas dos complementariedades y que sean correctas. Nosotros decimos que el matrimonio, tal como está instituido, facilita la presencia de las dos maneras de ser humanidad, permitiéndole a la cría humana desarrollarse en las mejores condiciones posibles. Ya hablaron de las condiciones física, también están las psicológicas porque, evidentemente, el cuerpo -lo biológico y lo genético- determina el sexo, pero el género se construye afectiva y culturalmente y el primer lazo que como seres humanos establecemos con el mundo es a través de la madre, en el vientre materno; a partir de ahí se establecen los diversos vínculos.
            Cuando ignoramos este vínculo primigenio –he trabajado mucho con lactantes- estamos haciéndole un daño a toda la humanidad -así lo dice René Spitz, que no escribió eso ahora sino en los ’40, en plena Segunda Guerra Mundial-, porque los dos primeros años de vida del niño son los que, no diríamos que lo determinan porque creo que la libertad y la posibilidad de cambiar existe siempre en el hombre, pero sí le condicionan su desarrollo psicológico y social.
            Obviamente, no podemos hablar –como dijo el señor Juez de Menores- de que eso se pueda reemplazar por dos personas del mismo sexo. Sé que hay excepciones, tampoco es bueno y no es lo ideal criar un hijo en una familia monoparental, pero hay excepciones que uno tiene que asumir y tenemos que ayudar a resolverlas, pero no ponerlas como la mejor situación para el desarrollo de la humanidad.
            Aparte, creo que históricamente el matrimonio se estableció –no voy a expresarme sobre eso porque lo hacen los abogados que siempre hablan mucho- como una protección a la mujer madre, ésa es la función del matrimonio; no la unión de los homosexuales, que tendrán condiciones  económicas, sociales y afectivas, que son necesarias; que formarán su propia institución y verán qué es lo que necesitan y el resto lo que les podemos ayudar a construir, que nos permita convivir de la mejor manera posible, porque no son ellos los únicos vulnerables. Creo que en este momento, la vulneración de los derechos del niño es mucho más grande que todas las otras vulneraciones de derechos que hay. Sin embargo, los niños no son tenidos en cuenta, y en las últimas leyes que se hicieron, y que se proclaman como el gran avance sobre la defensa de los derechos del niño, en realidad se tienen en cuenta principalmente los derechos de los adultos.

Simplemente, quiero decir que no podemos hablar de discriminación tan fácilmente porque la palabra “discriminación” está mal usada y también su sentido. Creo que el tema “discriminación” tiene que ver con una cuestión mucho más profunda que es el poder separar las cosas para entenderlas. 

Comentarios

  1. Pues ahora mismo haré un compromiso con Dios y me alejare de eso de una vez por todas y quedare limpio en el nombre de Jesús

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  2. Es muy difícil recaigo y recaigo pero trataré de acabar esto de raíz comencé a como a los 5 años sin saber el mal que era pero creo que Jesús es más grande que la masturbacion.

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